En Kanbridge, creemos en la importancia de comenzar temprano cuando se trata de aprender habilidades vitales. Nuestro enfoque único no solo enseña a los niños cómo entrenar a los perros, sino que también les inculca valores fundamentales como la empatía, la responsabilidad y el respeto hacia los animales.
Ofrecemos una variedad de programas adaptados a diferentes edades y niveles de habilidad, en Kanbridge hay algo para cada apasionado por los perros.
Diseñado para los más pequeños, este programa enseña conceptos básicos de cuidado y entrenamiento de una manera divertida y accesible.
Para adolescentes, este programa profundiza en técnicas de adiestramiento más complejas, obediencia básica e intermedia.
Para jóvenes, este programa busca profesionalizar a jóvenes que desean entrenar perros como parte de sus actividades de desarrollo.
Para cualquier adulto que desea aprender a entrenar a su perro.
La relación entre un niño y un perro puede ser beneficiosa en muchos aspectos. Aquí hay
algunos de los beneficios que puede experimentar un niño al tener un perro:
1. Compañía y amistad: Los perros son compañeros leales y brindan compañía
constante. Esto puede ser especialmente beneficioso para niños que pueden
sentirse solos o que necesitan un amigo cercano.
2. Desarrollo emocional: La presencia de un perro puede ayudar a los niños a
desarrollar habilidades emocionales, como empatía, compasión y capacidad de
cuidado. Los perros a menudo responden positivamente a las emociones de los
niños, proporcionando consuelo y apoyo emocional.
3. Fomento de la actividad física: Los perros necesitan ejercicio regular, lo que
motiva a los niños a ser más activos. Pasear al perro, jugar en el patio y participar
en actividades al aire libre contribuyen al bienestar físico de los niños.
4. Responsabilidad: Cuidar de un perro implica responsabilidades diarias, como
alimentarlo, sacarlo a pasear y proporcionar atención veterinaria. Estas
responsabilidades fomentan un sentido de responsabilidad y disciplina en los
niños.
5. Aumento de la autoestima: La relación con un perro puede aumentar la
autoestima de los niños, ya que experimentan el afecto incondicional y la
aceptación que los perros suelen ofrecer.
6. Desarrollo social: Los perros pueden facilitar la interacción social. Pasear al
perro o participar en actividades relacionadas con él puede ofrecer oportunidades
para que los niños conozcan a otros niños y adultos en el vecindario.
7. Reducción del estrés: La interacción con un perro puede reducir el estrés y la
ansiedad en los niños. El acto de acariciar a un perro puede tener efectos
calmantes y liberar endorfinas.
8. Estímulo cognitivo: Jugar con un perro, entrenarlo y cuidarlo implica
estimulación cognitiva. Los niños pueden aprender sobre el comportamiento
animal, las necesidades del perro y el proceso de entrenamiento.
9. Desarrollo del sentido de empatía: La observación de las necesidades y
emociones de un perro puede fomentar el desarrollo del sentido de empatía en los
niños, enseñándoles a sintonizar con las necesidades de otros seres vivos.
10. Enseñanzas sobre la vida y la muerte: La experiencia de cuidar a un perro
puede brindar a los niños la oportunidad de aprender sobre la vida y la muerte de
una manera natural. Esto puede ayudarles a comprender y procesar estas
experiencias emocionales.
Es importante destacar que, aunque los beneficios son significativos, la relación entre
niños y perros requiere supervisión y educación continua para garantizar la seguridad y el
bienestar de ambas partes. La elección de un perro y la interacción adecuada son
factores clave para maximizar los beneficios de esta relación.
El cuidado adecuado de un perro implica una serie de responsabilidades para garantizar
su bienestar y salud a lo largo de toda su vida. Aquí tienes algunas de las principales
áreas de cuidado que debes considerar:
1. Alimentación: Proporciona una dieta equilibrada y adecuada para la edad,
tamaño y nivel de actividad de tu perro. Consulta con el veterinario para obtener
recomendaciones específicas sobre la alimentación y evita darle alimentos
perjudiciales.
2. Agua: Asegúrate de que tu perro siempre tenga acceso a agua limpia y fresca. La
hidratación adecuada es esencial para su salud.
3. Ejercicio: Proporciona suficiente ejercicio diario para mantener a tu perro
físicamente activo y mentalmente estimulado. El tipo y la cantidad de ejercicio
pueden variar según la raza y la edad.
4. Atención veterinaria: Programa visitas regulares al veterinario para chequeos,
vacunas y cuidados preventivos. Mantén actualizados los registros de vacunación
y consulta al veterinario si observas cambios en el comportamiento o la salud de tu
perro.
5. Higiene: Cepilla el pelaje regularmente para evitar enredos y ayudar a la salud de
la piel. Recorta las uñas según sea necesario y limpia los oídos y los dientes de
forma regular.
6. Entrenamiento: Proporciona un adiestramiento básico para establecer una
comunicación efectiva y mantener un comportamiento adecuado. Utiliza refuerzo
positivo y sé consistente en tus comandos.
7. Juguetes y estimulación mental: Proporciona juguetes y actividades que
estimulen mentalmente a tu perro. Esto es particularmente importante para razas
inteligentes y activas.
8. Espacio seguro: Asegúrate de que tu hogar y tu jardín sean seguros para tu
perro. Retira objetos peligrosos, como sustancias tóxicas, y mantén áreas al aire
libre seguras y cercadas.
9. Identificación: Coloca un collar con una placa de identificación que incluya tu
número de teléfono y otra información relevante. Considera también la posibilidad
de un microchip para una identificación permanente.
10. Socialización: Expón a tu perro a diversas situaciones, personas y otros animales
desde temprana edad para fomentar una buena socialización y evitar problemas
de comportamiento.
11. Descanso: Proporciona un lugar cómodo y tranquilo para que tu perro descanse.
Asegúrate de que tenga un refugio adecuado y acceso a un lugar tranquilo para
dormir.
12. Prevención de parásitos: Protege a tu perro contra pulgas, garrapatas, y otros
parásitos externos e internos. Consulta con tu veterinario sobre los mejores
métodos de prevención para tu mascota.
Antes de adoptar un perro, es esencial que toda la familia participe en la toma de
decisiones y estén de acuerdo y comprometidos con la responsabilidad de cuidar al nuevo
miembro. Aquí hay algunos acuerdos y consideraciones importantes que deben discutirse
antes de adoptar un perro:
1. Compromiso de tiempo: Los perros requieren tiempo y atención. Asegúrate de
que todos en la familia estén dispuestos a invertir tiempo en cuidar, alimentar,
pasear y jugar con el perro.
2. Responsabilidades específicas: Define claramente quién será responsable de
qué aspectos del cuidado del perro. Esto puede incluir tareas como alimentación,
paseos, entrenamiento, limpieza y visitas al veterinario.
3. Costos asociados: Habla sobre los costos financieros asociados con tener un
perro, como alimentos de calidad, atención veterinaria, juguetes, accesorios y
posiblemente servicios de cuidado si la familia se ausenta.
4. Alergias y restricciones de salud: Asegúrate de que nadie en la familia tenga
alergias a los perros. Además, ten en cuenta las restricciones de salud existentes
en la familia que puedan afectar la capacidad de cuidar adecuadamente al perro.
5. Tipo y tamaño del perro: Discute qué tipo y tamaño de perro sería adecuado
para tu familia y estilo de vida. Considera las necesidades de ejercicio, el
temperamento y otros factores relevantes.
6. Socialización y entrenamiento: Comprométanse como familia a socializar y
entrenar al perro adecuadamente. Esto es crucial para garantizar un
comportamiento positivo y una relación armoniosa.
7. Roles en situaciones específicas: Establece quién se encargará de cuidar al
perro en situaciones específicas, como durante las vacaciones familiares,
emergencias médicas o cambios en la rutina diaria.
8. Reglas de la casa: Define reglas claras sobre dónde puede ir el perro en la casa,
si estará permitido en el sofá o la cama, y cualquier otra norma importante para la
convivencia.
9. Planificación a largo plazo: Considera el compromiso a largo plazo de tener un
perro. Los perros viven muchos años y requieren atención continua durante toda
su vida. Asegúrate de que todos estén dispuestos a comprometerse a largo plazo.
10. Participación en la selección del perro: Si es posible, involucra a todos los
miembros de la familia en la selección del perro. Visiten refugios juntos y tomen
una decisión que sea aceptable para todos.
11. Comunicación abierta: Fomenta una comunicación abierta y honesta en la
familia. Si surge algún problema o preocupación relacionada con el perro, es
importante abordarlo y encontrar soluciones juntos.
Tomarse el tiempo para discutir estos aspectos antes de adoptar un perro puede ayudar a
evitar sorpresas y garantizar una transición suave para todos los miembros de la familia y
el nuevo compañero canino.
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